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Cobán, Alta Verapaz, Guatemala
La comunicación, como un medio para mantener abierta la posibilidad de aprender, actuar y participar en el desarrollo social.

sábado, 4 de junio de 2016

POBREZA Y MISERIA (Guatemala)



En el diario transitar de mi vida, haciendo valer el don de observación que se me ha concedido, me espanto y me siento a la vez enojado e impotente al comprobar el alto grado de pobreza y miseria que ha crecido en nuestra sociedad. He visto cómo hay tantas familias sufriendo extremas limitaciones en muchos sentidos: Laborales, económicas, de vivienda y oportunidades. Sumado a ello, el casi ausente acceso a la atención de salud, educación, seguridad y atención social; todo gracias a las grandes dificultades que ha provocado la ilimitada ambición de servidores públicos que mediante la corrupción, han vaciado las arcas nacionales con lo que han llevado al País a un colapso total en lo concerniente a servicios públicos.
No hay día en el que suelo comprobar la gran cantidad de conciudadanos que literalmente pasan hambre, pues no encuentran una oportunidad de trabajo con el que puedan paliar su precaria situación, gracias a que hoy por hoy y a pesar de la limitación de oportunidades laborales, se exigen un vasto número de requisitos casi imposible de cumplir por la gran mayoría de aspirantes, entre los que se incluye “trabajar a presión”, que es igual a explotación. Por aparte, los mayores de 40 años, somos una fuerza laboral obviamente descalificada, deshechada e inservible aún así contemos con la experiencia suficiente y los requisitos académicos para los fines en este sentido, como si por ser mayores de la referida edad, dejamos de vivir, de comer y de cubrir necesidades básicas de la vida. Lo peor es que se evidencia el interés en contratar jóvenes sin ninguna experiencia para moldearlos a su modo, someterlos a exigencias a veces rompiendo derechos humanos y remunerándolos con salarios bajos que, en el caso de los jóvenes, es suficiente para satisfacerse en sus hobbies y mínimas necesidades propias de su edad. Se ha llegado al extremo de contratar jovencitas (mujeres) que cumplan un requisito adicional que laboralmente no tiene sentido incluirlo, presentación personal (llámese apariencia física de 90-60-90, cara bonita y fácil acceso).
Lo cierto es que el natural proceso de crecimiento y desarrollo de la niñez, se trunca por la situación económica que se vive en una gran mayoría de familias incapaces de lograr ofrecerles educación a sus hijos, pues aún en la educación pública, representa gastos que no todos pueden cubrir y prefieren ponerlos a trabajar para ayudar a minimizar las graves necesidades del hogar.
Y ciertamente, no me refiero solamente a gente
campesina, sino en las áreas urbanas hay muchas personas que ha llegado a extremos de pobreza increíbles, que ha tratado, en el peor de los casos, aventurarse mediante el comercio informal, buscar una alternativa de ingreso económico que finalmente no funciona, pues tampoco hay quienes compren los productos por la misma razón, falta de recursos en los bolsillos de los posibles compradores. A esto se suma el valor exorbitante de las rentas de locales, imposible de arriesgarse a trabajar solo para pagarla y no obtener ganancias suficientes para sostener a la familia.
La pregunta necesaria es…. Hacia dónde vamos, o mejor dicho, hacia dónde nos llevan, somos en este siglo, uno de los países más pobres del mundo y no se vislumbra una pronta recuperación. Los gobernantes se excusan y justifican su incapacidad, mientras otros que se autodenominan analistas, solo llenan espacios criticando, suponiendo, argumentando y conceptualizando la situación, pero son incapaces de involucrarse directamente y con su capacidad y conocimiento, ayudar a que avance la restauración social. La miseria (dejar de comer, de dormir, de soñar y ostentar bienes necesarios) ha llegado inmisericordemente, lo que agudiza la problemática general de todo el País. Es inaudíto comprobar la inmensa cantidad de funcionarios públicos que diariamente son arrestados por su participación en actos delictivos aprovechándose de su posición. Pero es más asqueroso darnos cuenta de los cientos de millones de quetzales que le han robado al pueblo y que con descaro lo niegan y todavía exigen ser tratados como gente honorable, intachable y de inmaculada integridad.
Guatemala se desangra inimaginablemente, al punto de que ya ni los hospitales son una garantía para la atención de saludos y de primeros auxilios en vista de que son infuncionales al no contar con los insumos mínimos necesarios para hacerlo. La seguridad ha decaído enormemente ante el crecimiento de la delincuencia que se pasea a su sabor y antojo por todas partes, provocando gran mortandad y el lógico temor de no saber que se puede pasar el día vivo. Urge que en vez de perder el tiempo en aspectos innecesarios, diplomáticos y de compromisos en el extranjero que solo causan gastos superfluos ante las grandes necesidades que atravieza el país, la gente que hoy se encuentra el frente de las entidades de
gobierno y públicas, se pongan a trabajar impetuosamente, buscando recuperar poco a poco la estabilidad nacional, de lo contrario y como reza el orden evangélico, hasta la omisión es un grave pecado. Ya basta de escuchar el llanto de los niños pidiendo pan, es suficiente experimentar la incertidumbre cotidiana de aquellos que no cuentan con un solo centavo entre la bolsa, ya no es posible que la fuerza laboral nacional esté limitada por debajo del cincuenta por ciento y claro, es unjusto que a la gente adulta se le ignore y no se le ponga importancia en su doble necesidad de sobrevivir a pesar de su edad y naturales limitaciones físicas propias de la vejez. Morir de hambre en un país inmensamente rico en recursos naturales, no tiene sentido. Regalar esos recursos a transnacionales a cambio de millonarios sobornos, es una traición y dejar de ponerle importancia a la súplica ciudadana, es una cobardía. Ya basta de corrupción, de acomodamiento y de indiferencia. Guatemala se ha distinguido por ser el País de la "Eterna Primavera" y debe seguir luciendo su tesoro natural, pero colateralmente también debe continuar siendo el país "pluricultural", lleno de valores y grandes expectativas hacia el futuro generacional. Duele vivir y sentir nuestra realidad, pero aún queda viva la esperanza de que los nuevos gobernantes de verdad se entreguen en alma y corazón a dignificar a nuestro País ante el mundo y demostrar que aún hay guatemaltecos capaces de entregarse por amor a esta Patria bendita de Dios.

NOTA: Las fotografías fueron tomadas de Internet y no se anotan los créditos por no aparecer en las páginas que las contienen.