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Cobán, Alta Verapaz, Guatemala
La comunicación, como un medio para mantener abierta la posibilidad de aprender, actuar y participar en el desarrollo social.

lunes, 3 de septiembre de 2018

LAS RESERVAS DE LA MENTE


   Como bien lo sabemos, los seres humanos somos complicados, somos inciertos y, sobre todo, incapaces de definirnos a plenitud para determinar una vida debidamente firme y planificada


    Al vivir sujetos a normas y moldes construidos a lo lasrgo de la historia, dejamos de proyectarnos con la capacidad de nuestros propios convencimientos existenciales a causa de que se nos obliga a obedecer lo relativo a creencias, costumbres, estilos y formas pre concebidas, para desarrollarnos como parte integral de la sociedad.
            
     De esa cuenta, es común desenvolvernos siempre pivoteando frente a la conveniencia, pues si no lo hacemos, terminaremos juzgados, rechazados y víctimas de la indiferencia de una sociedad que se torna cruel cuando no se le obedece. De aquí que muchas veces nos vemos obligados a decidir entre ser honestos o deshonestos, ser libres o ser esclavos, obedientes o desafiantes, pacientes o intolerantes y así, siempre obligados a cambiar incluso decisiones que rompan con nuestras convicciones para no caer en manos del látigo justiciero de la censura social.
            
     En consecuencia, es inevitable mantener siempre vigentes, una gama de RESERVAS MENTALES, de esas que hoy nos hace pensar en la posibilidad de recaer, repetir y decidir por lo que en la realidad no se desea, obligados por la conveniencia que pesa sobre nuestra pertenencia a una comunidad humana que no nos acepta ser personas diferentes, tener nuestros propios sueños y decidir por nuestra propia proyección.
            
     Lamentablemente, hoy día se vive en medio de abrumadores conceptos que han llevado a la humanidad a vivir distorsionada, fragmentada y confrontada. La religión, precisamente, ha llegado a determinar a Dios, como un concepto de análisis y discusión. La política es hoy, en cualquier parte del mundo, una oscura práctica de corrupción. La educación ya no es una formación al servicio, sino al lucro. Y el amor, se ha quedado como un vocablo poético, totalmente descalificado como un sentimiento de identificación y convivencia humana.
            
     Queda entonces la esperanza de un porvenir de cambio, que quizá llegue o, nunca se logre alcanzar. Mientras tanto, nos mantendremos a la expectativa tratando de manejar, gobernar y sostener esas RESERVAS en nuestra mente, para actuar acorde a lo que nos convenga.