PENSAMIENTOS GUATEMALTECOS
- El suave murmullo que surge de la sencilla marimba campesina, es un canto de aliento en la intimidad del ranchito bendito, que se traduce en la íntima fiesta de amor familiar, agasajado con el sabor delicioso a tortilla calientita, acompañada de un sorbo de café y rubricado con una mirada de esperanza en la vida.
- Cada saludo, cada sonrisa y cada palabra, son simbólica expresión de amor y amistad en la vida de los guatemaltecos y guatemaltecas que desbordan desde su corazón, lo más significativo de sus sentimientos, para alimentar el orgullo de su pertenencia a esta tierra bendita de Dios.
- Como largos y brillantes hilos de plata, así se extienden en su magnificencia, los ríos guatemaltecos, llevando en su recorrido, esa esperanza cotidiana que anhela la paz y la cordialidad entre quienes damos gracias cada mañana, por la vida y la oportunidad de servir con decisión a nuestros coterráneos, con quienes compartimos nuestra nacionalidad.
- La fresca neblina que en las horas matutinas acaricia la magnificencia de la verte y misteriosa montaña, hace manifiesta su presencia en cada gota de rocío que endulza la esperanza surgida en cada corazón guatemalteco que, sueña y confía en el amor del dueño de la creación.
- Marimba, de tus teclas morenas surgen las notas que acarician el alma y endulzan la existencia cotidiana de los hombres de maíz, que con su sudor riegan el suelo prodigioso de esta tierra que devuelve agradecida, los frutos de amor y encanto a los verdaderos hijos de nuestra patria Guatemala.
- En medio de la magnificencia de las montañas fértiles, surge imponente la cálida presencia del sol mañanero, bañando con sus reconfortantes rayos, la esperanza que se anida en el corazón campesino, desde donde la oración y la fe se funden para agradecer al Creador, por la vida y el amor.
- El suave y melancólico trino que cada mañana los pajarillos regalan a la vida, se esparce por los espacios silenciosos de la selva virgen, como serenata de amor que induce el corazón de los guatemaltecos, a un impulso de progreso, desbordando una caricia fraterna a la tierra, a la que ofrendan con su trabajo, para luego compartir los prodigios de la creación.
- Cada sonrisa iluminada de sinceridad, cada palabra endulzada con la verdad, cada corazón amoroso hasta la eternidad, hace los guatemaltecos, gente que cobija en su mente y en su corazón, la bendita presencia de dios. Así somos quienes hemos tenido la dicha de nacer en esta tierra de la “Eterna Primavera”.
- Marimba, son tus trinos como frescos manantiales entrelazados como encajes de ilusión, tejidos con hilos de sinceros sentimientos, más valiosos que el oro y la plata, más luminosos que el sol y las estrellas, son como esos corazones desde donde surge el olor a la vida y el sabor a nuestra guatemalidad.
- La esperanza que gravita en el alma de los guatemaltecos, es impulso de vida que desde las entrañas de la selva, clama por la concordia y la paz. Es por eso que los hijos de esta patria, nos afanamos cada día por entregar, de nosotros, lo mejor, haciendo de nuestras virtudes, bellas preseas de nuestra nacionalidad.
- El inigualable sentimiento de emancipación, siempre sobrevuela en la mente de cada guatemalteco que se entrega a la construcción de un país próspero, dinámico y al amparo de las alas del quetzal, símbolo inconfundible de nuestra libertad.
- Cuando nuestra mirada se posa en el horizonte, a la luz de los primeros rayos del día, nuestro corazón exhala un suspiro agradecido por una nueva oportunidad de vida y calladamente surge del silencio de nuestro sentimiento, un agradecimiento por haber nacido en esta bella tierra del quetzal.
- La tibieza de los primeros rayos del sol, acarician con ternura la frondosa flora de nuestras montañas, que cada amanecer lucen millones de gotas de rocío, que como perlas preciosas, dan simbolismo a la vida y a la ilusión, en el entorno de la existencia guatemalteca.
- La mañanera serenata, surgida de las minúsculas gargantas de los pajarillos multicolores, allá en la montaña milenaria guatemalteca, se traduce en inigualable concierto dedicado a Guatemala, a su gente y a la esperanza por un futuro lleno de bendición y de paz.
- En cada vereda transitada por esos pies descalzos, que diariamente se encaminan a la labranza de la bendita tierra, dejan indelebles las huellas de nuestra historia, en un afán de perpetuidad a cada momento y a cada suspiro surgido de lo más profundo del alma de nuestra gente, que disfruta el regalo de la vida.
- Los guatemaltecos del campo, siempre llevan impregnado en el corazón el sabor de esta tierra llena de tradiciones y costumbres, a la que arrancan cotidianamente, su esperanza, sus anhelos y su alimento, haciendo brotar incesante, una plegaria agradecida al hacedor del universo.
- Los cenzontles, los guardabarrancos, las alondras y el sin fin de pajarillos propios de nuestra tierra guatemalteca, nunca cesan de cantarle a la sonrisa brotada de aquellos hombres y mujeres que sin muchas exigencias, disfrutan de la vida y se enorgullecen de esta bella patria enclavada en el corazón de América.
- Cuando los delgados hilillos de humo se cuelan entre la paja del techo de los sencillos ranchitos del campo, muestran la presencia de la vida, la esperanza y los sueños de nuestra gente, que se apresura a acariciar esa bendita tierra a la que arrancan cotidianamente, el bendito sustento cotidiano.
- Como alfombras verde esmeralda, así se extienden a lo largo y ancho de esta patria, las montañas, los cerros y los valles, cubiertos por la fresca y fértil naturaleza, regalo de la creación a los hombres de maíz, descendientes de la incomparable y portentosa cultura mayanse, hoy símbolo de nuestra identidad nacional.
- Los matices multicolor de la naturaleza de esta bella patria nuestra, son un verdadero arco iris de ensueño, de orgullo y de amor. Somos un pueblo que no requiere apropiarse de ningún símbolo de identidad ajeno, pues nosotros los tenemos en abundancia en el entorno de nuestra cultura, nuestras costumbres y tradiciones.
- En los suspiros surgidos de lo más profundo de la montaña, Dios se manifiesta en su magnificencia creadora al regalarnos incomparable belleza natural para que nuestros ojos contemplen agradecidos este paraíso maravilloso que nos fue otorgado como una dádiva de vida, en la que cada uno de nosotros, somos el amor.
- Desde lo profundo del corazón campesino, emana el amor a esta tierra de ensueño que alimenta, cobija e impulsa el anhelo cotidiano de los hijos de este pedacito de cielo, en donde la voz de Dios se escucha en cada rincón, en cada suspiro, en cada sueño y en cada impulso surgido del alma de cada guatemalteco.
- Paisaje de encanto y belleza, solo comparable a un paraíso bendito que se alimenta con el trabajo de la laboriosa mano del hombre del campo, quien labra la tierra y la riega con el sudor brotado de su esfuerzo, la fertiliza con su empeño y la hace germinar con sus sueños, todo, en aras de la vida, el anhelo y el amor.
- Marimba, con nostalgia y sentimiento dejas surgir de tus teclas morenas, las notas de la inspiración nacida del alma de tu tierra y de tus hijos que cobijan en su seno, la ilusión de manifestarse a ti con todo lo que llevan dentro de su alma, en manifiesto sentimiento de armonía y solidaridad, amándote y enalteciéndote siempre.
- El rumor de las selvas vírgenes extendidas en el manto verde de nuestra patria, evoca aquellos tiempos que la historia ha escrito en páginas de oro, para perpetuar la grandeza y el misterio de nuestra cultura, nuestras tradiciones y nuestras costumbres, legado incomparable a nuestra identidad nacional.
- Marimba, como símbolo patrio eres digna portadora de los sonidos que emanan de la inspiración guatemalteca, traducida en bellas e incomparables melodías que le cantan a esta patria bendita Dios, Guatemala, la tierra de la eterna primavera, corazón de América Central.
- El simbolismo de nuestra ave nacional, el quetzal, nos inspira permanentemente hacia la preservación de nuestros derechos de libertad y soberanía, privilegios que nos han sido donados por la vida, fundamentos propios de la democracia y la paz. Eso es Guatemala y eso somos lo guatemaltecos.
- Como sutiles lágrimas del cielo, así son las abundantes y brillantes gotas de rocío que en cada amanecer, cubren el verde silencioso de nuestras fértiles montañas, regándolas y fertilizándolas en una inigualable intención de mantener vigente su frescura, como símbolo de la presencia de Dios y su motivadora bendición.
- Son los sonidos mágicos que surgen de las misteriosos selvas guatemaltecas, que convertidas en poesía de encanto y dulce inspiración, se dedican a la ilusión y a la sonrisa del hombre del campo y la ciudad, que como tatuaje indeleble lleva impregnado en su corazón, el amor a esta patria Guatemala.
- Con la renovada luz de cada amanecer, resurgen en nosotros el anhelo y la esperanza por una vida llena de satisfacciones, como premio al esfuerzo y la entrega cotidiana a la construcción de una sociedad solidaria, en el entorno de nuestra singular cultura, nuestras inigualables tradiciones y nuestra profunda nacionalidad.
- Como canto celestial, así es cada melodía surgida del teclado de hormigo de nuestras marimbas, portadora del sentimiento, los sueños y las esperanzas de todo un pueblo que posa su mirada en ese despertar de paz y fraterno abrazo patriótico que nos une y nos enaltece como hijos de esta patria Guatemala.
- Hermano guatemalteco, mantén siempre vivo en tu corazón, ese palpitar con olor a fresca hierba que te identifica con la tierra de la Eterna Primavera, de esta bella patria Guatemala; tu cuna, tu razón cotidiana, tu responsabilidad en tu entorno patriótico y en donde habrán de surgir siempre tus más caros sentimientos.
- Los sentimientos traducidos en bellas notas musicales, arrancadas de las teclas morenas de nuestra marimba, son símbolo del más caro anhelo de aquellos guatemaltecos que aman a esta tierra bendita de Dios, Guatemaya, la capital de la cultura más importante de la historia humana, la cultura Maya.
- Guatemala, tus hijos e hijas te saludan cada mañana, esbozando una sonrisa de satisfacción y orgullo, hilvanados en la esperanza porque siempre seas la tierra de la Eterna Primavera, paraíso verde de Centro América, la tierra con olor a pino y copalpóm, la tierra de los bellos paisajes y encanto primaveral.
- La quietud silenciosa de la exuberante montaña, es contenedora de los secretos benditos de un pueblo que a lo largo de su historia, ha sido protagonista de faenas de esfuerzo y valor, con los que ha sido bastión valioso en la construcción de las sociedades guatemaltecas, hoy pujantes y de efectivo desarrollo.
- Con cada sonrisa dibujada en el rostro de los hijos de esta tierra, se manifiesta el profundo agradecimiento a la vida y al amor, que en cada corazón se alimenta con la esperanza, que cada día surge en el anhelo de paz y confraternidad. Eso es Guatemala y eso somos los guatemaltecos.
- Como tierno susurro de encanto primaveral, así es cada melodía arrancada del delicado sonido del teclado moreno de nuestro instrumento símbolo, la marimba, portador de la inspiración y el sentimiento de los hombres y mujeres que aman a esta tierra mayanse, dueña de una rica historia de cultura, costumbre y tradición.
- El suave viento que cotidianamente acaricia el bello paisaje de vida y amor de nuestra tierra, es como bálsamo de esperanza que la naturaleza nos regala para que siempre recordemos ser parte de un paraíso terrenal, dádiva de la creación que nos ha bendecido abundantemente a todos los guatemaltecos.
- Recorrer los caminos y veredas de ensueño extendidos a lo largo y ancho de nuestro suelo patrio, es transitar también por los sueños de vida de los hombres y mujeres que cada día entregan parte de su contenido humano, a fin de mantener viva la dignidad y el valor de esta tierra de los mayas, Guatemala primaveral.
- Nuestra historia nos cuenta continuamente de esas faenas con las que los hombres del campo, de manos callosas y pies descalzos, emprenden cada día para arrancarle a la tierra, la esencia de su contenido, que luego se traduce en alimento y en satisfacción, suspiro del alma y amor a Guatemala.
- Cuando el sol se prepara a su descanso diario, surge el canto del búho, los grillos y uno que otro bicho nocturno que, insolentemente interrumpen la quietud de la noche, como simbólica presencia de la vida en esta tierra abundante en naturaleza fresca y bendita de dios, este paraíso llamado Guatemala.
- Es imposible dejar de extasiarse ante los imponentes paisajes que adornan el suelo patrio guatemalteco, en donde la flora se extiende como bella y mágica alfombra de sueños y anhelos latentes en cada corazón de quienes llevan muy profundamente el orgullo de ser parte de Guatemala, la tierra de la Eterna Primavera.
- Marimba, corazón de vida, amor e identidad de quienes llevamos en nuestra sangre la marca indeleble de nuestra guatemalidad, orgullo para quienes tuvimos la dicha de ver surgir la vida en este paraíso terrenal, en el que cada día vamos dejando lo mejor que llevamos en nuestro contenido humano.
- Cuando cada amanecer surge como mágica esperanza, allá en las montañas guatemaltecas, el canto del cenzontle, del guardabarranco, de la alondra y de nuestra ave nacional, el Quetzal, anuncian la alegría y la ilusión de un porvenir que se anhela en medio de un aliento de fraterna paz y digna libertad.
- El multicolor identificativo de la pluriculturalidad de nuestra patria, simboliza la gran riqueza humana con que contamos, en donde cada idioma es la forma más digna de transmitir todos esos misterios de nuestra rica y extensa historia, en donde la mujer simboliza la belleza y dignidad de una sociedad de valiosa estirpe.
- Como delicados pétalos de orquídea, así es el suave murmullo que surge de las teclas morenas de nuestro instrumento, la marimba, cuando le canta a esta tierra que se enorgullece de su indeleble historia, en donde ha quedado plasmada eternamente la dignidad de la cultura Maya.
- Rostros cansados, manos callosas, pies descalzos y esperanza latente, es la estampa viva de la gente del campo que cotidianamente acaricia el surco para compartir con la tierra las dádivas de la vida, a la que se bendice en cada rincón de esta tierra llamada Guatemala, cuna de los mayas y los hombres de maíz.
- Cada suspiro surgido del corazón de la montaña, es aliento de vida y esencia de los sueños que en cada guatemalteco son indelebles en su transitar hacia sus propósitos de amor a esta tierra a la que cotidianamente acaricia con su trabajo y la bendice recogiendo los frutos de su esfuerzo.
- Murmullos de dulce anhelo, arrancados de nuestra marimba y se comparten en entrega fraterna como incentivo al corazón guatemalteco, para hacer surgir ese sentimiento de sensible patriotismo y orgullo a una pertenencia a la tierra mayanse, en donde la historia nos enseña lo que somos, lo que soñamos y lo que valemos.
- El delicioso aroma de tortilla, frijol y chile, nos hace una inmediata referencia al hogar sencillo, en donde el calor de las brasas acoge a la familia campesina, que cobijada en el milenario rancho, va dejando tras de si, una historia que mañana será el orgullo de su singular estirpe descendiente los Mayas.
- Como trinar mañanero, así surge de las teclas de nuestra marimba, la nota armoniosa con la que se le canta a este rincón de ensueño en donde la savia virgen deja escapar su aroma de frescura, símbolo de naturaleza fértil y paisaje paradisíaco, cuna de libertad y de fraterna convivencia.
- Los múltiples y largos senderos por los que diariamente los pies descalzos, las ansias fraternas y el cansancio por la faena cumplida, son los mejores testigos del valor humano de aquellos guatemaltecos que con la caricia de su trabajo, bendicen la tierra y la hacen digna a los ojos de Dios. Así es Guatemala y así somos los guatemaltecos.
- En medio de los sueños de amor y esperanza, surgidos en la quietud de la montaña serena, los guatemaltecos reciben los primeros rayos del solo, añorando un día de satisfacciones, revestidas de las dádivas divinas en este verde y bello paraíso guatemalteco.
- Cual suspiros del alma campesina, surgen de las teclas morenas de la marimba, las melodías inspiradas en la quietud de fresca naturaleza, embelleciendo a esta tierra con olor a clorofila, que se viste con el multicolor de la infinita flora y fauna, tesoros donados por la vida y se constituye en una distinción única, para esta patria linda, para esta patria nuestra.
- La majestuosidad de la montaña milenaria, nos ofrece cada amanecer, los secretos contenidos en su fresca naturaleza, dádivas maravillosas a los hijos de este rincón paradisíaco, que mantienen vigentes sus deseos gravitantes en la esperanza por una vida de paz, amor y concordia.
- Del alma campesina, surgen incesantes los sentimientos de amor y agradecimiento a la bendita tierra, que concede incondicionalmente sus más preciados tesoros, a fin de que la cosecha sea abundante y el paisaje se preserve como un valioso orgullo para quienes somos parte de este incomparable paraíso, Guatemala.
- La inquietud manifiesta en el corazón de quienes aman a esta tierra mayanse, motiva constantemente su inspiración hacia la grandeza, la belleza y riqueza contenida en lo secreto de la selva y el alma de quienes orgullosamente se declaran hijos de esta patria histórica, Guatemala.
- Marimba, que con tus suspiros de encanto dejas brotar de tus teclas las dulces notas de fraterna caricia a esta tierra de ensueño, cobijadora de insondables secretos, orgullo para quienes portan en sus venas la sangre mayanse. Eres, sin duda, la magia de nuestra milenaria identidad guatemalteca.
- El olor a clorofila que surge la virginal naturaleza guatemalteca, inspira y fortalece la vida y enorgullece el corazón de quienes reconocemos la grandeza de nuestra cultura, nuestras tradiciones y nuestra convivencia en esta tierra que por épocas milenarias, se ha distinguido por su pluriculturalidad, rica en desarrollo de nuestra guatemalidad.
- Con sabor a tortilla, frijol, chile y café, la vida campesina se cimenta en la fe que los prodigios de la naturaleza ofrece a la gente que con su esfuerzo hace productiva la tierra, a la que arranca el bendito sustento cotidiano con el que alimenta el cuerpo, para dar al espíritu un instante de reflexión mediante la reconfortante plegaria al Hacedor del Universo.
- Cada sueño y esperanza surgidos del corazón de los guatemaltecos, son un impulso a la manifestación de una nacionalidad vigente en el entorno de los pueblos que conforman la pluriculturalidad y se constituyen en la razón más importante en nuestro afán de hacer de este país, un verdadero y primaveral paraíso de amor.
- Las leyendas que nos cuentan con suspicacia, los destellos de un tiempo que antaño significaban los temas del coloquio y el compartir de nuestra gente, nos muestran con propiedad la integralidad de una sociedad fraterna, en una actitud valorativa de lo que somos y de lo que tenemos, suficiente motivo para alimentar ese orgullo de nuestra pertenencia a esta tierra bendita por la creación, Guatemala primaveral.
- El susurro encantador de los manantiales que bañan tu suelo fecundo, es símbolo de bendición en el alma de quienes sustentan la vida en el cultivo cotidiano de la esperanza y el amor, en manifiesto espíritu de entrega al enaltecimiento de tu nombre y la honra de tu valor como parte integral de este mundo. Guatemala, verde patria de primavera en flor.
- Como caricia sublime en el corazón guatemalteco, es cada melodía inspirada en la bella expresión de cada pueblo, de cada rincón y de cada suspiro que surge del alma de quienes aman a esta tierra bendita, en donde las tradiciones y costumbres son simbólico abrazo de fraternidad. Así es Guatemala, así es su gente.
- La tierra sembrada con amor, es dádiva fraterna de dulce melodía en el corazón del alma india, que se fusiona con la savia virginal de la montaña misteriosa, dueña de incontables suspiros que claman por una existencia bendecida en el entorno de la paz y la confraternidad.
- La nostálgica remembranza es y será siempre el simbólico sentimiento en quienes como guatemaltecos y guatemaltecas de corazón, llevan impregnada en el alma esta tierra de ensueño, de envidiable paisaje y de manifestaciones que enmarcan una historia de sueños, anhelos y esperanzas.
- Las manos que magistralmente interpretan la inspiración de los compositores nacionales, acarician el teclado moreno de nuestra marimba, para cantarle a esta tierra, llena de colorido, de paisaje y de tradiciones que manifiestan nuestra identidad como parte de la tierra de la eterna primavera, Guatemala.
- Como románticas estampas, así lucen cada día los extensos parajes de esta tierra mía, Guatemala histórica, en donde la costumbre y la tradición son vivencia cotidiana y motivo de confraternidad, en el escenario verde de una naturaleza virginal, regalo sublime de Dios.
- Con su dulce sonoridad, las teclas de hormigo de nuestras marimbas dejan escapar a los cuatro puntos cardinales, las inigualables notas de la música que surge del corazón y la inspiración de nuestros compositores que, como buenos hijos de esta tierra, le cantan y le muestran su sensible nacionalidad.
- La quietud soñadora que se manifiesta en la verde pradera de tu suelo primaveral, se traduce en oración de vida y belleza, de donde surge ese sentimiento de orgullo a nuestra nacionalidad. Guatemalteco, esta es tu tierra; cuídala, ámala y siéntete orgulloso de pertenecer a ella.
- Guatemala, tierra maravillosa de verde y fértil naturaleza, de gente fraterna y laboriosa; de tradición, cultura y costumbre en la que cada amanecer, tu suelo se ilumina con la bendición de la luz del amor, la esperanza y el anhelo que en el corazón de tus hijos, es latente en ansias de armonía y paz.
- Cobán, tierra de ensueño, misterio, tradición y folclor. Luces orgullosa tu vestido verde de fragante naturaleza, en la que cotidianamente se conciben sueños anhelantes de vida y amor, suelo fecundo que sabe agradecer la caricia laboriosa de tu gente que en su afán de hacerte grande y bendita, te riega con suspiros de esperanza y te agasaja con música en marimba.
- Bañada con la caricia del chipi chipi y agasajada con el canto del cenzontle y el guardabarranco, ese es el fresco misterio de nuestra tierra de la Verapaz, en donde cada manantial se constituye en un hilo de plata y cada traje en un bello arco iris multicolor, símbolo inconfundible de nuestra pluriculturalidad.
- La sonrisa y el compartir cotidiano de los guatemaltecos, son fuentes inagotables de la preservación de nuestras costumbres y la extensión de nuestras tradiciones. Nuestra identidad se basa en lo que hemos sido y en lo que debemos continuar siendo, una Guatemala de incomparable historia, de inigualable cultura mayanse y de inconfundible tradición.
- Cuando el gallo canta anunciando el advenimiento de un nuevo amanecer, los corazones guatemaltecos se disponen a renovar sus sueños y esperanzas en la búsqueda inquieta e incansable del bienestar y la construcción de una vida digna para enaltecer a esta tierra manifiesta de cultura, costumbre y tradición. Guatemala, es nuestra cuna, nuestro hogar, nuestro bello país.
- Como arco iris de ensueño, así luce nuestra tierra que se engalana con el multicolor que se extiende en su naturaleza conformada de bellas flores, pajarillos, bosques, montañas y la elegancia de los trajes que son el orgullo simbólico de nuestra pluriculturalidad. Eso es Guatemala, tierra prodigiosa, orgullo para quienes hemos tenido la dicha de nacer en ella.
- Las silenciosas veredas que cruzan los confines de la bendita tierra guatemalteca, son poseedoras de indelebles historias que quedaran en lo secreto, como reliquias prodigiosas de los días que los pies descalzos transitaron sus quimeras, su cansancio, sus viajes y sus sueños, como únicas posesiones a lo largo de su existencia en tenaz lucha por dignificar nuestra identidad nacional.
- En el entorno de la mágica naturaleza guatemalteca, se concibe la sonrisa y la algarabía de la gente campesina, que traduce su vida cada mañana, en una fiesta matutina bañada con el canto de los pajarillos, en un compartir musical con las bellas notas surgidas de la marimba autóctona, en murmullo de ensueño que inspira y motiva la dicha de su pertenencia a esta tierra, cuna de la Monja Blanca y del Quetzal.
- Al compas del tun y la chirimía, los sueños perecederos de tu gente que se entrega en faenas cotidianas y se inspira en la vida para ir construyendo los tejidos de su futuro, iluminado por el multicolor de sus trajes y la sabia expresión en la riqueza multilingüe, te hace grande Guatemala, tierra de prodigiosa naturaleza, con olor a fresca savia y con una historia única que ha sido construida por la gente que te ama.